Hoy ha llegado una persona nueva a mi vida. Se llama Claudia, sólo hace 2 horas que nació y ya la quiero.
Su mamá lleva en mi vida 18 años. Ha sido mi compañera de tantas cosas: de empezar a maquillarnos, de empezar a salir, de empezar a gustarnos niños, de ponernos graciosas bebiendo, de hacer juegos de amor, de horas y horas y horas de charla… Una compañera de vida, de la “primera parte” de mi vida especialmente, debido a la distancia que nos separa, pero siempre amigas de corazón… y teléfono. Es un año más pequeña que yo, y en los cumpleaños siempre hemos bromeado con que nunca iba a alcanzarme. ¡Pero ahora ha echado un sprint! Espero alcanzar su paso algún día. Ahora es ella la que se ha hecho mayor, la que (aunque siga con esa locura que me encanta) tiene la gran responsabilidad. La que va a empezar a pasar noches sin dormir, la que va a tener una responsabilidad y una preocupación para toda la vida… Y la que va a ser querida como una madre. Supongo que eso lo compensa todo.
Hemos disfrutado de muchísimos momentos juntas, pero éste me lo he perdido. ¡Y lo que es peor! Todavía pasarán algunos días antes de poder ver y tocar a la nueva princesita de nuestra vida. ¿Hay algo más mágico que una barriga gorda convirtiéndose en personita? A mí, cada vez que lo pienso, me parece más increíble.
Enhorabuena por la familia que habéis conseguido formar. No os desesperéis más de la cuenta. Echadle paciencia a sus llantos, que todavía es muy chica. Y queredla, aunque eso no hace falta que os lo diga, ya la queríais antes de saber que iba a existir.
Enhorabuena Marina y Juanfran. Bienvenida, Claudia.
1/10/11
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